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Ama como si fuera el último día

Una mañana normal, que pudo resultar la última.

Todavía recuerdo ese sábado a la madrugada cuando salí a trabajar, como todos los días, me levanté a las 5 am, me aliste y estaba pronto a partir.

Mis hijos dormían en sus habitaciones, mi esposa también descansaba, ya que no trabajaría ese día.

Los despedí con una mirada, para no despertarles, sin imaginar que tal vez ese día podría ser el último que tendría la oportunidad de hacerlo.

Siguiendo mi rutina subí a la moto y salí rumbo al trabajo.

El trayecto del viaje era normal, coches, frío y oscuridad.

En un momento un vehículo se cruzó de carril colocándose en mi camino, con una rápida maniobra pude esquivarlo, pero perdí el control de la moto que chocó contra un poste de luminaria, rompiéndome el casco y dejándome inconsciente tendido sobre la acera.

Para los médicos y policías que asistieron en el accidente fue un milagro que conservase mi vida, pero para mí fue un despertar.

Accidente de moto

¿Que podría haber pasado si ese hubiese sido mi último día?

Por mi cabeza discurrían las siguientes preguntas:

  • ¿les dije todo lo que guardaba en mi corazón a mis hijos?
  • ¿Realmente amé a mi esposa de la manera que deseaba hacerlo? ¿Le demostré a mi familia lo grandiosos que eran?
  • ¿Aproveche cada segundo de mi vida para que se dieran cuenta cuán importantes son y serán para mí?

Este accidente me demostró que mi tiempo en la tierra es efímero, mucho más de lo que consideraba.

Entendí que cada día debía amarlos profundamente porque el futuro es incierto y tal vez podría ser mi último instante con ellos.

Comprendí que el control que creemos tener es solo una ilusión, ya que solo Dios sabe nuestra hora.

Es por eso que me animo a preguntarte:

  • ¿has demostrado todo lo que amas a tu esposa e hijos?
  • ¿Aprovechas cada segundo para dejar un buen legado en ellos?

Espero que entiendas lo relevante que es comprender que cada segundo cuenta.

No dejes que las cosas pasajeras de este mundo roben lo valioso de tu vida familiar y de pareja.

Deseo que mi experiencia sea un faro para que te des cuenta de que puedes cambiar de manera positiva tu rumbo, aun si te sientes perdido, siempre hay tiempo de comenzar de nuevo.

Con el equipo de somosunoarg creemos que ¡Hoy es el día! por eso… ama como si no hubiera mañana, abraza como nunca, sonríe, juega y disfruta, que para eso Dios te obsequio a tu pareja y la familia.

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