¿Por qué la persona con la que elegimos pasar el resto de nuestra vida suele ser con quien más discutimos? ¿Como podemos lidiar con el enojo en nuestra vida cotidiana?
Cuando era pequeño tenia por afición jugar al ajedrez, recuerdo que en el club donde realizaba esta actividad había un viejo profesor que solía decirnos, a modo de recordatorio, ante una discusión con alguien del sexo opuesto “los amores más queridos son los más reñidos”
En ese momento, creo, no tenía acabada idea de lo que se refería, pero luego de unos años de casado y con la llegada de los hijos empecé a entender su lógica.
Después de un tiempo en pareja, descubrí que su humor sarcástico no era siempre adorable y divertido, que cuando vuelvo del trabajo cansado no siempre contesto de la mejor manera, que hay mucha ropa para lavar, chicos que alimentar y quehaceres que realizar, postergando muchas veces nuestra idílica relación.
Descubrí que también podía enojarme con la persona que amo.
¿Qué es el enojo?
El enojo es una emoción que surge como respuesta a un sentimiento subjetivo de frustración, injusticia o agresión y funciona como una estrategia de defensa, por lo cual, como toda emoción, tiene un carácter adaptativo.
Es común que nos enojemos con nuestra pareja debido a dos factores.
Cuando dos individuos se unen para formar una familia, sus personalidades también lo hacen, las diferencias entre estas personalidades, ya sea en prioridades o intereses, son uno de los factores más comunes de conflicto.
Cuanto mayor es el nivel afectivo e intimidad, mayor el sentimiento de enfado, frustración o decepción que la situación nos provoca debido a la sensibilidad que poseemos hacia la persona que, entendemos, nos ataca.
¿Existen parejas que no se enojen?
Una buena relación se fundamenta en la unión de la pareja y su comunión con Dios, en esta triada debe crecer la Intimidad, la Pasión y el Compromiso.
En una relación sana, bajo estos principios, la comprensión, el aliento y la edificación mutua es el escenario ideal.
Pero aun en estas condiciones podemos sentirnos enojados.
Cuando un matrimonio confiesa que jamás discute, es síntoma de que la relación puede tener un problema.
O bien porque uno de los dos, o los dos, inhiben sus puntos de vista para agradar al otro.
Lo cual no es sano porque tarde o temprano lo reprimido sale a flote causando un daño mayor.
Por lo cual, el motivo de este artículo es brindar 7 tips para lidiar con el enojo de una manera sana y constructiva.
Desacelera
Uno de los primeros efectos del enojo es lograr que reaccionemos de manera apurada y sin pensar.
Por esto es imprescindible que interpretemos que nos estamos enojando y no actuemos ante el primer impulso, tomándonos el tiempo que sea necesario para responder
Para ello puedes poner en práctica lo siguiente:
- Aléjate físicamente, comunica a tu pareja que cada vez que sientas que te estás enojando y que vas a reaccionar, te irás a otra habitación.
- Practica un ejercicio de respiración, sencillo en donde inhales lenta y profundamente y exhales por la boca para reducir tus niveles de ansiedad.
- Confronta tu estado de ánimo, no salgas de la habitación hasta que te sientas “un poco” más tranquilo(a) y tu ritmo cardíaco no esté tan acelerado.
- Entregale el problema a Dios: has una pequeña oración expresándole a Dios que te sientes enojado y dejándole el problema en sus manos
- Pospón la conversación, si tu pareja y/o tú continúan muy exaltados, hazle saber que continuarás hablando con el (ella) en otro momento.
Identifica: ¿Qué me hizo enojar?
Cuando te sientas un poco más tranquilo(a), trata de reflexionar acerca de la situación que desencadenó tu enojo.
Para ayudarte a hacerlo, puedes tomar en cuenta las siguientes preguntas clave, tratando de responderlas de la manera más objetiva posible.
- ¿Qué fue lo que me hizo o dijo mi pareja que me hizo sentir molesto(a)?
- ¿Qué significado más profundo tenía para mí eso que me hizo o dijo? (“No se preocupa por mí”,“no le atraigo tanto”, “le da prioridad a otras cosas o personas”, etc.).
- ¿Qué emoción o emociones estoy sintiendo detrás del enojo o la ira? (Por ejemplo: miedo, tristeza, desilusión, etc.).
- ¿Estoy haciendo alguna hipótesis acerca de lo que piensa?, ¿qué le puedo preguntar para comprender mejor lo que él (ella) siente?
- ¿Qué necesito que mi pareja comprenda sobre lo que estoy sintiendo?
Escucha a tu pareja
Un error muy común que cometemos frecuentemente y que dificulta más la resolución de problemas en pareja es el no saber escuchar al otro.
Muchas veces damos por hecho lo que la otra persona nos tiene que decir y más que escucharlo(a), nos concentramos en lo que le vamos a responder.
Es necesario ser conscientes de que lo que nosotros pensamos acerca de lo que piensa y siente nuestra pareja son únicamente hipótesis nuestras mas no tiene que ser la realidad.
Así que antes de que empiecen a hablar, elijan quien de los dos va a ser el que hable primero y exponga ante el otro la situación y lo que sienten con respecto a ella.
Cuando te toque escuchar a tu pareja y viceversa, deja que hable acerca de lo que siente sin interrumpirla en ningún momento.
Piensa que, a ti, al igual que a ella, le gustaría ser escuchado(a) y quedarse con la sensación de que lo te está diciendo a ti también te importa porque es su manera de sentir.
Cuando le estés escuchando, trata de concentrarte realmente en lo que está diciendo, identifica cuando te lleguen a la mente juicios de valor y regresa a prestar atención con curiosidad.
De esta manera podrás conocer realmente su versión acerca de los hechos y lo que siente que probablemente no tenga nada que ver con lo que tú crees que está sintiendo.
En caso de que tengas dudas acerca de lo que piensa o siente, no hagas hipótesis y pídele que te las resuelva en otro momento.Exprésate sin agredir y en primera persona
Cuando sea tu turno de hablar acerca de lo que ocurrió y cómo te sientes con respecto a ello, toma en cuenta lo siguiente:
- Nunca comiences el diálogo haciendo un juicio o una crítica destructiva a tu pareja.
- Hazle saber que, antes que nada, tu intención es que puedan resolver el problema y que harás todo lo posible por hacerlo de la manera más pacífica posible.
- Evita hablar desde el enojo y la ira. Expresa aquello que sientes que se encuentra oculto detrás de esas emociones. Por ejemplo: tristeza, miedo, etc.
- Trata de hablar de la manera más tranquila posible y si notas que te estás acelerando, pon un alto y procura hablar de manera más pausada.
- No utilices sarcasmo y expresa claramente lo que sientes y piensas
- habla en primera persona, por ejemplo, no digas “lo que me enoja de ti” cambialo por “estoy enojado por..”
Enfócate en la solución
Para controlar el enojo es de gran ayuda enfocar la mente, más que en el problema, en las posibles soluciones.
Deja de repetir viejos argumentos y las mismas acusaciones que hacen que el conflicto empeore y por lo tanto, que tiendas a aumentar más el enojo.
Acostumbra a tu mente a concentrarse en soluciones eficaces y reales dejando a un lado el victimismo, el chantaje y la ira descontrolada sin razón.
Por ejemplo, si sueles decir: “Como siempre, nunca lavas los platos, ni sacas la basura de la casa, ya no espero ni siquiera que lo intentes”.
Es de anticiparse la consecuencia de un reclamo así. Ve modificando tus argumentos por otros más constructivos y que planteen soluciones, por ejemplo:
“Me siento frustrado cuando llego a casa y veo que los platos están sucios y la basura se acumula, ¿te parece si ponemos un horario para hacerlo y esto no ocurra tan seguido?”.
De esta manera, desvías esa emoción de enojo e ira hacia algo más productivo y evitas que tu pareja se sienta resentida contigo e incluso que se retire sin escucharte.
De ser necesario, no dudes en buscar ayuda Psicológica, en un profesional o espiritual en los líderes de tu iglesia.
Ocupa el lugar de tu pareja
Ponerse en el lugar del otro nos complica, cuando se están experimentando emociones tan intensas como el enojo.
Un gran aliado para lograrlo es hablar con la pareja cuando nos encontremos más tranquilos y sobre todo, aprender a escucharla.
Escuchando atentamente lo que nos está comunicando, con apertura y curiosidad, nos va a permitir tratar de comprender que es lo que está sintiendo.
Recordando que lo que está sintiendo, tal vez, no tenga nada que ver con lo que creemos nosotros que está sintiendo o pensando.
A la hora de dejarle hablar y escucharla atentamente, es recomendable también preguntar todas aquellas dudas que nos surjan acerca de la versión que tiene de los hechos.
Enfocar nuestra mente en tratar de comprender su versión, a su vez es de gran ayuda para dejar a un lado pensamientos negativos que nos generen más enojo e ira
Oren Juntos
Un error común es olvidar que Dios también forma parte de nuestra relación, si es posible, el mejor remedio es poder orar junto a tu pareja pidiéndole al Señor que intervenga en la situación en la que no se pueden poner de acuerdo, recordando que su guía siempre logrará los mejores resultados.
En el equipo de Somosunoarg creemos firmemente que es posible vivir un matrimonio feliz aprendiendo a manejar cualquier enojo cotidiano a través de una comunicación fluida con tu pareja y con Dios.